
Los certificados digitales, una vez obtenidos, precisan ser gestionados con diligencia para que cumplan con eficiencia su principal función: identificarnos en el mundo digital de forma inequívoca.
Para ello, debes conocer qué pasos dar en cada momento del ciclo de vida del certificado.
Los certificados pueden renovarse antes de su fecha de expiración para así poder seguir usándolos sin tener que repetir todo el proceso de petición, pero también pueden ser revocados si sospechas que está en riesgo la seguridad del certificado, o por toda una serie de circunstancias que comentaremos cumplidamente.
Por último pero no por ello menos importante: debes guardar siempre a buen recaudo una copia de tu certificado para poder reinstalarlo por problemas técnicos o por si necesitaras instalarlo en más ordenadores.