¿Sabes cómo hacer un uso más eficiente y contribuir a ser más respetuoso con el medio ambiente?
En la actualidad, la tecnología tiene un impacto muy visible en el mundo físico. Los materiales mineros utilizados para construir los dispositivos modernos: zinc, hierro, aluminio…, ya provocan deforestación y contaminación del agua. Por no hablar del auténtico «oro negro», el mineral más valioso para las empresas de electrónica: el coltán, que está presente en las baterías y los condensadores de nuestros teléfonos móviles.
Casi toda la tabla periódica, la llevas en tu bolsillo o mochila
La eliminación de dispositivos tecnológicos también ha empeorado, y se prevé que la basura electrónica mundial supere los 74 millones de toneladas métricas (Mt) en 2030. Los smartphones generaron 146 millones de toneladas de CO₂ en 2022. Se calcula que, tras su fabricación, un teléfono móvil puede generar una media de 8 kg de emisiones por su uso durante su vida útil (entre 2 y 5 años).
Aunque cada vez hay más concienciación en el cuidado del medio ambiente, aún queda mucho camino por recorrer en cuanto a usar de forma más eficiente nuestros dispositivos tecnológicos. Tú, como consumidor no tienes ningún poder de decisión sobre la fabricación de tus dispositivos tecnológicos, pero sí puedes reducir el consumo de energía de los mismos y asegurarte que se utilicen de manera sostenible.
